martes, 18 de agosto de 2015

La bandera cubana se vuelve a elevar



Frente a la Sección de Intereses de Cuba en Washington se encuentra un asta sin bandera. El asta fue puesta hacer meses pero hasta que EE.UU y Cuba no han formalizado sus relaciones diplomáticas no se ha enarbolado la bandera.

Hasta entonces, una placa explica que esta Sección de Intereses, la instalación de la diplomacia cubana, está patrocinada por la Embajada Suiza.
La mañana de un lunes, la bandera roja, blanca y azul de Cuba se alzó sobre lo que vuelve a convertirse la Embajada Cubana, acabando con más de 50 años de separatismo entre Washington y La Habana. 

La mansión de piedra caliza construida en 1917 fue una vez significativa por ser el primer edificio diplomático en el barrio de Meridean Hill y ayudó a convertir la zona en un centro diplomático de Washington. Fidel Castro visitó la embajada en 1959 tras derrocar a Batista y fue recibido de manera muy calurosa, dos años antes de que EE.UU rompiera relaciones diplomáticas con La Isla. Checoslovaquia mantuvo después el edificio durante algunos años hasta que en 1977 consiguió su propio edificio en la Habana.

Aunque estaba bien conservado, el edificio acaba de pasar por una reforma importante llevada a cabo por artistas y artesanos cubanos, algunos de los cuales ya tienen experiencia en restaurar edificios clásicos de Cuba. Este proyecto comenzó en 2010, años antes de que Cuba y EE.UU iniciaran las conversaciones sobre la normalización de las relaciones entre los dos países.

Las oficinas están en la planta baja, donde encima de las puertas, escudos ornamentados representan las seis provincias originales de Cuba. Encima de la gran escalera de mármol se encuentra el salón de baile, donde los artistas cubanos han decorado las paredes.

Justo al lado de la sala de baile está la sala de Hemingway, un bar que celebra la vida y la obra del escritor emblemático americano que vivió dos décadas en Cuba y al que los cubanos consideran parte de su historia cultural. Mojitos y Cuba Libres (servidos con Havana Club) se vierten junto a los puros Cohimbra en la sala pequeña, donde las imágenes en Blanco y negro de Hemingway llenan las paredes. 
Los ventiladores de techo en funcionamiento igual que lo estaban en el Floridita, uno de sus bares favoritos. Una reproducción en bronce de 1,8m de su firma cuelga del techo. Hemingway se ha convertido en un símbolo de la atracción que despierta la Cuba cultural para los Estados Unidos.
Para el embajador José Ramón Cabañas, quien se ha proclamado como jefe de la misión de Cuba desde 2012, ver a su Ministro de Exteriores alzar la bandera será un momento muy importante y significativo.

“En esos segundos sentiremos la historia de nuestras relaciones bilaterales” dijo Cabañas. “Los momentos en los que no hemos tenido comunicación, el primer diplomático aquí y los muchos que le han seguido, la visita de Fidel Castro. Para nosotros son motivos para celebrar”

Con la restauración de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en sus respectivas capitales, Cabañas siente que Cuba y los Estados Unidos están dispuestos a poner a fin a las décadas de división entre ellos y se centran en los puntos en común entre las dos culturas:  La poesía, la ciencia, el béisbol, el jazz y por supuesto Hemingway. La literatura cubana está al alcance de todos gracias al formato digital o los llamados ebooks cubanos, así que puedes sentirte en la Isla estés donde estés. 

“Él va a estar presente en ese momento en el que elevamos nuestra bandera y reconstruyamos nuestras relaciones”, “Él contribuyó a que esto fuera posible”.